A unos tres kilómetros de caminata desde Jericoacoara, hay una serie de formaciones rocosas que van adquiriendo diversas formas por la acción del viento y las olas. La más curiosa, casi el ícono de Jeri, es la Pedra Furada, especie de arco que entra al mar, con un agujero central tallado por la acción del viento y de las olas.
A unos tres kilómetros de caminata desde Jericoacoara, hay una serie de formaciones rocosas que van adquiriendo diversas formas por la acción del viento y las olas.
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