Opinión En el tablero de ajedrez político de Córdoba, ya no se distinguen las piezas según el blanco o negro. Hoy, todo indica que cualquier movimiento está permitido en la partida y que tanto reyes como damas, alfiles, caballos, torres y peones se han teñido de color gris. En épocas preelectorales, las fronteras y los límites se han desdibujado y el peso rector de los partidos ha cedido su lugar a los personalismos. Leandro Sallaberry Martínez* En épocas preelectorales, las fronteras y los límites se han desdibujado y el peso rector de los partidos ha cedido su lugar a los personalismos.
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