lunes, 28 de julio de 2014

Palpitar del corazón de la selva

Esta es una historia más de cómo un establecimiento industrial deriva y se transforma en un emprendimiento turístico. Ejemplos hay muchos y basta con visitar Mendoza, donde muchas bodegas ya han hecho esa experiencia, para conocerlos.

En este caso es en otra latitud, otra geografía, completamente distintas: es Misiones, con su tierra pródiga y colorada; con su selva tupida y de intensos verdes, y con sus ríos de aguas profundas y turbulentas, la que convoca.

Posada Bemberg, en el corazón de la selva misionera y parte de la ruta de la yerba mate. Sus orígenes como establecimiento yerbatero sobreviven en sus paredes.
El sol cae sobre los lujuriosos verdes de la vegetación. Observarlo desde la terraza es un privilegio.

Quienes conocen Misiones sabrán de qué se trata esto de adentrarse en el centro de la selva y descubrir sus secretos. Alojarse en una posada, en una histórica plantación yerbatera, es una experiencia singular. Puerto Bemberg, a 25 kilómetros de las Cataratas. 



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