sábado, 26 de julio de 2014

Dos perlas más, Amalfi y Capri

El pueblito de Amalfi, con apenas cinco mil habitantes, llegó a tener 70 mil pobladores en los tiempos en los que fue una de las cuatro “repúblicas marineras”, que dominaron el Mediterráneo hacia el siglo XI, junto con Pisa, Venecia y Génova.

Su belleza natural se explica a través de la leyenda que dice que Hércules se enamoró de una ninfa llamada Amalfi y que, al morir ella, quiso enterrarla en el lugar más bello del mundo, al que le cedió su nombre.

Otra postal imperdible de la costa amalfitana: Capri. No conocerla puede resultar imperdonable, si se encuentra en sus alrededores.
Los colores destellan bajo el sol en esta playa de Amalfi.
Catedral bizantina de Amalfi, con colores blanco, gris y dorado.
La Gruta Azul, en Capri, a la cual se puede ingresar solo 100 días al año.

Amalfi y Capri son destinos para conocer y volver a enamorarse.



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