Mundo Agencias Télam, EFE, y AP San Pablo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, admitió ayer que la economía de su país transita una situación “difícil” pero aseguró que se están haciendo esfuerzos para su recuperación. Las afirmaciones de la presidenta parecieron ser una respuesta a los cacerolazos del domingo pasado y a algunos abucheos que recibió la mandataria en una visita a San Pablo, y se produjeron mientras un ex director de Petrobras complicaba al Partido de los Trabajadores ratificando su denuncia contra dirigentes de ese espacio político ante el Congreso. Rousseff reconoció el difícil momento actual, pero dijo que los fundamentos de la economía son sólidos. Silbidos en San Pablo.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1B2Oy5i