Política El discurso reflejó las dudas de De la Sota sobre su futuro político personal y el de su proyecto. El camino de la despedida es largo e incierto. Largo porque le queda un poco menos de un año, incierto porque no sabe a dónde conduce, no sólo en cuanto a su destino político personal, sino también para el proyecto que lidera. José Manuel de la Sota comenzó y cerró ayer su discurso institucional de apertura de sesiones hablando como el precandidato presidencial que es, pero con la conciencia de que necesita algo más que un milagro para quedar parado entre los dirigentes con posibilidades concretas de suceder a Cristina Fernández.
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