Ciudad Equis Eugenia Almeida Alto, delgado, pelirrojo. Casi siempre vestido de negro. De una voz grave, llena de amabilidad. Siempre con un bolso a cuestas, buscando algo que a los demás nos pasaría inadvertido si no fuera por él. Mordzinski es un apellido, claro. Pero en el mundo de la literatura es una palabra clave, un santo y seña, un sonido que nos recuerda que algunas personas –él, para empezar– pueden mantenerse fieles a sus valores. Desde 1978, Daniel Mordzinski se dedica a fotografiar a la fauna literaria desperdigada por el mundo. Ahora acaba de publicar Cronopios. Retratos de escritores argentinos , un libro en el que selecciona 200 fotos. El argentino radicado en París habla sobre su trabajo y su relación con la literatura.
Contenido extraido de: http://ift.tt/1yq07a1