Ni las advertencias lanzadas por Madrid, ni los escándalos por las cuentas secretas y millonarias del extitular de la Generalitat Jordi Pujol, menguaron la impresionante convocatoria y sincronización de la marcha.
Ni las advertencias lanzadas por Madrid y el gobierno que hoy encarna el conservador Mariano Rajoy, ni los escándalos por las cuentas secretas y millonarias del extitular de la Generalitat Jordi Pujol y familia menguaron la impresionante convocatoria y sincronización de la marcha.
Tampoco los titubeos que a veces no puede disimular el actual mandatario regional Artur Mas, cuando lo amenazan con declaraciones de ilegalidad y otras sanciones por parte del Tribunal Constitucional o el Estado central.
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