sábado, 27 de septiembre de 2014

Los violinistas de villa La Tela hacen sus propios instrumentos

El salón comunitario que funciona en el corazón de villa La Tela arde a las 7 de la tarde. Hay niños que van, otros que vienen. Son los chicos violinistas de este asentamiento precario que se levanta desde hace años a la vera de la ruta 20.

Roque, el papá de Claudio, corta unas maderas de kiri que, luego, se convertirán en mandolinas. Dice que aprende y ayuda. Mientras, en la casa de Zulema, la vecina del frente, se preparan buñuelitos y té. Para muchos será lo último que coman antes de ir a dormir.

Aprendizaje. Jorge Espinosa es el luthier que capacita a los chicos, en el marco de un proyecto del Fondo Nacional de las Artes (La Voz/Sergio Cejas).
Enganchados. Para ser parte de la orquesta, es obligatorio asistir a la escuela y tener buen rendimiento (La Voz/Sergio Cejas).

Realizan mandolinas con un reconocido “luthier”. Los maestros aseguran que es una oportunidad única. La orquesta de cuerdas creció y los chicos mejoraron en la escuela.



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