sábado, 27 de septiembre de 2014

Desvelos en el centro vecinal

“Permiso…”. Azul abre la puerta, camina hasta Mercedes, le da un beso y, antes de salir de la habitación, saluda.

“Dios los bendiga a los dos”, dice. Tiene apenas 8 años y una sonrisa luminosa: es uno de los chicos que acaban de terminar la merienda en el centro vecinal de barrio Patricios
Oeste.

Sostén. Mercedes es la interventora del centro vecinal del barrio. Entre otras cosas, se brinda merienda a 60 chicos y grandes, y se presta el lugar para realizar velatorios a vecinos que no tienen otro recurso (La Voz/Facundo Luque).

“Permiso…”. Azul abre la puerta, camina hasta Mercedes, le da un beso y, antes de salir de la habitación, saluda.



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